Tanto el abuelo como el tito de nuestro protagonista Nacho nos han regalado para el cole cuatro árboles frutales. Se trata de dos cerezos, un almendro y un manzano que dentro de algún tiempo darán sus frutos y podremos comerlos. Lo mejor de estas experiencias: el trabajo en equipo, esa necesidad de colaborar entre todos para conseguir un fin, el plantar nuestros árboles, y como no colaborar desde la primera línea a crear ellos mismos su propio centro, su propio patio. Seguro que dentro de algunos años mirando a los árboles recuerdan aquel día en el que los plantaron y eran tan pequeños como ellos mismos.
Seguiremos formando una escuela basada en experiencias y vivencias enriquecedoras. Disfrutad con las fotos tanto como ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario