Hoy hemos comenzado nuestra andadura y aventura en nuestro pequeño huerto escolar. Con él pretendemos aprender muchísimas cosas no solo de agricultura, sino también de alimentación, trabajo en equipo, cariño y cuidado del entorno, respeto a los trabajos de antaño, etc.
Así que, gracias a la visita de los titos y el abuelo de nuestro Álvaro, han pasado el ansiado rotavator y han dejado la tierra en perfectas condiciones para poder plantar nuestra primera cosecha.
Dentro de poco tendremos nuestras habas para poder comérnoslas con alguna que otra saladilla.
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