Hoy hemos querido hacernos eco de la importancia de ayudarnos unos a otros. De este modo le hemos hecho ver que en el mundo somos muchísimas personas y muy distintas las que convivimos: altos, bajos, con dos brazos, con uno, con ninguno, con ojos azules, verdes, con ojos que no funcionan bien, con ruedas en vez de piernas, con piernas “de robot”, etc.
Es asombroso la facilidad de los niños y niñas para no emitir prejuicios. Los adultos deberíamos tomar nota.
Pues para hacerlo un poco más cercano a los niños hemos aprovechado el cuento “ Por cuatro esquinitas de nada” para hacer ver que en ocasiones no es la persona la que tiene que cambiar, sino nuestra forma de ver la realidad y afrontar los problemas.
Después hemos coloreado con la técnica de acuarela un corazón y lo hemos firmado con una mano de colorines para simbolizar que en una mano caben muchos colores, al igual que personas con discapacidad en nuestra sociedad. Para terminar hemos colocado cada corazón en un mural homenaje al gran Quino.
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